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El marketing de contenidos o cómo vender aportando valor

El marketing de contenidos es la forma de la persuasión en la era de Internet. Si subes contenido a cualquier plataforma quizá incluso ya lo estés haciendo sin saberlo o sin aprovecharlo. Analicemos juntos el marketing de contenidos y por qué funciona tan bien.

marketing de contenidos

A veces cuando se comienza a escribir un blog, empieza uno dando cosas por sentadas. He hablado del contenido de calidad, de cómo escribir un post de blog e incluso he analizado alguna plataforma de compraventa de contenidos como Textbroker, pero resulta que no he dedicado ninguna entrada a lo que hay detrás de todo esta fiebre de la generación de artículos: el marketing de contenidos.

Por marketing de contenidos entendemos una disciplina que se impone cada vez más a la publicidad directa aupada por la cultura de Internet y el fenómeno del blogging. Se trata, en pocas palabras, de ofrecer contenido interesante de forma gratuita. Hablamos de contenido relacionado con nuestro producto y que es interesante al lector. Por ejemplo, si vendemos naranjas podemos ofrecer en nuestro blog recetas con naranjas. Si conseguimos posicionarnos como un referente de recetas con naranjas y resulta que las vendemos, bueno, sólo hay que unir los puntos. Esto, frente a una web simple con una mera descripción de nuestro producto y un carrito de la compra, marca la diferencia.

Es importante aclarar que el marketing de contenidos no es hacer autobombo ni publirreportajes, sino ofrecer artículos de utilidad, que solucionen problemas relacionados con tu área de actuación. El marketing de contenidos no se plantea vender a corto plazo, busca establecer un nexo de confianza con la audiencia y hacerla más receptiva a ofertas en el futuro.

 

Eligiendo temas

Los temas de los contenidos que ofrezcamos saldrán respondiendo a esta simple pregunta: ¿Qué puede necesitar saber un posible comprador? Debemos ponernos en su piel para entender sus inquietudes y problemas. Sólo así podremos ofrecer contenidos útiles e interesantes que despierten en ellos una reacción positiva hacia nuestra marca.

Un ejemplo real de tantos es Hootsuite, la popular herramienta de gestión de redes sociales, que publica posts que ayudan a quien quiera mejorar en temas de social media. Cada vez que alguien lee o comparte un contenido de Hootsuite, se está reforzando su marca y se envía el mensaje de que la gente que trabaja en Hootsuite sabe mucho de social media. Con ese contenido, a la vez que te aporta algo, la empresa transmite autoridad. Por tanto hacer uso de su plataforma resulta una idea más atractiva.

 

El marketing de contenidos. Una estrategia asentada

Aunque suene a «tendencia», el marketing de contenidos es algo más que normalizado, sobre todo en el mercado anglosajón. Es, de hecho, uno de los grandes pilares de la comunicación en Internet. Todas las grandes y no tan grandes empresas lo llevan a cabo y cada vez apuestan más por ello. Y no es por capricho, ya que el 68% de los consumidores demanda contenido de sus marcas de confianza. Por otro lado, posicionarse en buscadores es hoy la mayor de la prioridades y las empresas necesitan insuflar contenido optimizado a sus webs de manera constante. Google manda, una vez más.

 

marketing de contenidos infografia

 

Entonces, ¿renuncio a vender?

Por supuesto que no. Tú tienes un negocio y vendes un producto o servicio, algo que nadie te puede reprochar. La idea es que alternes tu contenido promocional con tu contenido útil de una forma equilibrada, para ni ser demasiado insistente, ni que tu audiencia se olvide de que vendes algo. Ni que decir tiene que al lado de cada artículo aparecerá tu marca, tu logo, tus enlaces, así que de esto último no hay demasiado peligro.

 

¿Sólo texto?

Para nada. El texto es la forma clásica de crear contenido y muchas veces se equipara texto a contenido por esta razón. Pero el marketing de contenidos es algo que se debe adaptar a las necesidades de cada cual. Lo puedes hacer en un blog y en redes sociales. Lo puedes hacer mediante artículos, newsletters, imágenes, infografías, vídeos, etc. Y no hay que olvidar formatos como un white paper, un ebook, una presentación, un videotutorial, un webinar, una app o lo que se te ocurra que pueda entroncar con tu audiencia. No menosprecies ningún formato o canal. De nuevo, piensa como si fueras tu potencial cliente.

 

En resumen, el marketing de contenidos propone aportar valor antes de pretender vender algo. Es el camino para romper con la publicidad tradicional que todos percibimos como molesta. A través del marketing de contenidos, puedes acercarte más a tus posibles clientes y ese esfuerzo inicial habrá merecido la pena con creces.

Si aún no te ha quedado claro de qué va todo esto, te lo explica de nuevo este vídeo de la agencia de comunicación mexicana Qualium que, pese a que mete la cuña publicitaria, me ha parecido muy ilustrativo.

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