Tal vez te hayas planteado por qué hay que aceptar un aviso de cookies cada vez que entramos en una web nueva. Y seguro que has dudado de que este mecanismo sirva realmente para algo. Analizamos qué son las cookies, por qué es obligatorio avisar de ellas y de qué forma. ¿Tendrá el aviso de cookies utilidad real?
En los últimos años habrás notado que la práctica totalidad de webs que visitas, te muestran un aviso sobre el uso de cookies que debes aceptar si quieres seguir navegando.
Todos intuimos desde un primer momento que la idea es similar a aceptar esos TOS o términos de uso cuando instalas un programa. Nadie lo lee, porque además no está hecho para que lo leas, pero le das a Ok porque si quieres usarlo no te queda otra.
Pero ¿qué es realmente? ¿Quién obliga a ponerlo y a quiénes? ¿A qué se expone un webmaster si no lo hace? Y sobre todo, ¿para qué narices sirve?
Hoy vamos a hablar de:
Cookies resumidas
Una cookie es un pequeño archivo que guarda información para mejorar la experiencia de usuario. Por ejemplo puede guardar preferencias que has marcado una vez para sucesivas visitas, ahorrándote tiempo. Pero también puede almacenar información para un servicio de terceros, como pueda ser un plugin para compartir en Facebook o estadísticas de Google Analytics. De este modo, el control sobre las cookies escapa estrictamente al webmaster dada la gran integración de aplicaciones que algunas webs pueden contener. Si aún no te queda claro qué es una cookie, echa un vistazo aquí.
De dónde sale
Un buen día, tras años y años de uso de Internet y cookies sin mayor problema, a alguien en Europa se le ocurrió que esto de las cookies era una cosa muy mala y que había que avisar porque yo que sé, si no se rompía Matrix o algo. La patata caliente se dejaba a las legislaciones de cada país y la Agencia Española de Protección de Datos publicó una «Guía sobre el uso de Cookies». El caso es que a nosotros nos toca pagar la ocurrencia, tanto como visitantes como webmasters. Y si como visitantes, es un lastre, como webmaster no cumplir la ley, podría salirnos caro.
En qué se concreta
Básicamente, todo webmaster tiene que implementar un mensaje de advertencia al usuario, que verá un molesto popup o barra animándole a dar OK o a salir de la web sin mirar atrás. Irónicamente, este mensaje sólo aparecerá la primera vez que se visite la web. ¿Por qué? Porque se guarda la información de sesión en la cookie.
Como administrador y según se concreta (llamémoslo así) en la guía, debemos informar sobre este uso de las cookies (por ejemplo con el popup citado) y además ofrecer información detallada al usuario. O sea, una página con una explicación de qué son las cookies, cuáles se usan en tu sitio y con qué fin, que no se lee nadie. El nuestro, ni tan mal oye, gracias a un plugin del que luego hablaremos.
Por supuesto la norma española, como otras tantas que afectan a los internautas, se elaboró sin contar con los usuarios en su redacción.
Apuesto a que lo has adivinado. Para incordiar. Los internautas se dividen en cuanto al tema cookies, grosso modo, en dos grupos:
- Los que saben qué son. Y aceptan que es parte de la navegación web. O sea, que les da igual, ya saben qué hacer con ellas y cuándo borrarlas.
- Los que no saben qué son. Y difícilmente se van a enterar gracias al aviso de marras, porque entran a una web a por una información determinada. Todo lo que les distraiga de eso será un estorbo a saltarse. O sea, que les da lo mismo.
A ambos grupos, el mensaje de aviso de cookies les importa bien poco.
Y esto no es todo, pues si la ley deja algo claro es que el usuario debe aceptar las cookies antes de que éstas se pongan en marcha. Esto no es lo que sucede en la práctica, sino más bien la cookie comienza a funcionar cuando entras a una web y se te informa de ello y pide aceptación después. Con lo cual todos estos avisos de cookies no estarían realmente aplicando la ley. Qué desastre.
La ley es la ley
Mi pataleta y la de muchos internautas por el sentido común, poco importa. La ley obliga a avisar al visitante. Así que si te preguntas si es obligatorio, la respuesta es sí. Las multas por no dar esta información pueden llegar a los 30.000 euros y aunque, más allá de unas sanciones ejemplares cuando entró en vigor, no parece que haya mucha actividad, no es plan de correr riesgos.
«Pero yo no almaceno datos de nadie» – dirás. – «¿No puedo ahorrármelo?». En teoría quizá sí, ya que hay ciertas cookies, relativas a la propia página, exentas. Pero aunque conscientemente no guardes cookies, lo más probable es que lo estés haciendo con alguna de tus funcionalidades. Por ejemplo, seguramente uses cookies de Facebook, Google, Twitter, etc. al incluir por ejemplo botones sociales, publicidad, estadísticas, etc.
Hay unos cuantos plugins de Wordpress que sirven para dar el pego ya que como hemos dicho, de una estricta interpretación de la ley no se libra casi nadie.
Por ser español y por tanto adaptado a la normativa de aquí, yo opto por «Asesor de Cookies para normativa española», que proporciona el aviso, más un par de páginas de información legal y técnica que ofrecer al visitante. Como son páginas normales de tu blog, puedes editarlas para darle un tono más acorde, si lo deseas.
Ya ves que el aviso de cookies parte de una legislación muy desapegada de la realidad del internauta y encima su aplicación es bastante imperfecta. Pero de momento tendremos que seguir gastando parte de nuestro tiempo en aceptar las cookies de cada web que visitemos y por supuesto, aplicarla en la nuestra. Esperemos que en el futuro alguien ponga más cordura en todo esto.