Open Graph es la forma en que Facebook nos ayuda a mostrar nuestro contenido de una forma mucho más eficaz. Para sacar provecho a estas metaetiquetas, hemos de conocerlas y saber implementarlas. No te limites a copiar y pegar contenido en Facebook aceptando la visualización que genera por defecto y sé parte activa en el control de cómo se ven esos contenidos que tanto esfuerzo nos lleva crear.
A la hora de compartir nuestros contenidos en las redes, queremos que tengan éxito y para ello, es fundamental que luzcan bien. En este proceso, hay múltiples factores como tener las imágenes optimizadas para cada red social o, en el caso de Twitter, utilizar bien las Twitter Cards. En Facebook lo fundamental es controlar los datos del protocolo Open Graph. Se trata de una serie de metaetiquetas que se insertan en el código de cada página y ofrecen datos adicionales para que el contenido se muestre mejor, con el título, descripción e imagen de miniatura, que exactamente queremos. Además no vale sólo para Facebook, dado que Open Graph ya se ha convertido en un estándar de metadatos.
Hoy vamos a hablar de:
El problema
Cuando pegamos un enlace en Facebook, la red social hace «su magia» y genera una miniatura automática, esto es, un recuadro con una imagen y un extracto pertenecientes a ese contenido, por ejemplo a una entrada de blog. Esto es muy cómodo y normalmente el resultado es aceptable, pues Facebook detecta la imagen de cabecera y toma las líneas introductorias del artículo. Not bad.
Pero seguro que te ha pasado alguna vez que Facebook se empeña en usar una imagen que no quieres. O el texto introductorio no te gusta cómo queda y preferirías escribir otro para que tu público se interese por leer más. Siempre podemos cambiarlo a la hora de publicarlo nosotros, pero hay una solución más limpia: controlar cómo se verá nuestro contenido en Facebook incluso cuando lo publiquen terceras personas. Mucho mejor si queremos todo el control sobre cómo se comparten nuestras publicaciones y que sean visitadas, ¿no?
og:, el prefijo de Opengraph
Las metaetiquetas Open Graph utilizan el prefijo og: y esto las hace fácilmente reconocibles. Existe una amplia variedad y todo apunta a que en el futuro se añadirán nuevas para ir ajustándose a las necesidades de los contenidos que se compartan. Por ello, vamos a ir directamente a las metaetiquetas que como editores, nos pueden ser más interesantes:
- og:title > Indica el título que la web o artículo mostraría en Facebook
- og:url > Recoge la URL. Puede ser útil para sites con urls confusas o indicar una url canónica.
- og:image > Establece la imagen de miniatura, que podría ser diferente de la de apertura (que será generalmente la que sale por defecto).
- og:description > Incluye la descripción para Facebook, que quizá nos interesa que tenga un tono diferente a la que aparece en los buscadores.
- og:type > Esta etiqueta determina el tipo de contenido que compartimos. Puede ser una página web, un artículo, un vídeo, hasta cosas mucho más específicas como un libro o un restaurante. Todos los tipos, aquí.
- og:author > Establece la autoría del contenido.
Ok, ¿y eso del Open Graph dónde se mete?
Las metaetiquetas de Open Graph, como el resto de metaetiquetas, se introducen en el código de tu página web dentro de la etiqueta <head>. Esto se podría hacer manualmente, pero lo más seguro es que tu web use un CMS estándar (Wordpress, Drupal, Joomla…) y tengas opciones para generar metaetiquetas tanto de forma automática con presets para todo el sitio, como en cada entrada, para poder refinar los metadatos de cada contenido. En Wordpress, es fundamental el plugin Wordpress SEO by Yoast, que maneja estas etiquetas de OpenGraph en su pestaña «Social» para hacer que nuestros posts luzcan perfectos.
Open Graph Debugger, simulando Facebook
Y te preguntarás, ¿cómo sé que mis etiquetas están correctamente colocadas y listas para petarlo en Facebook? Es fácil, para ello Facebook pone a nuestra disposición Facebook Debugger. Desde aquí, podrás pegar tu enlace y ver qué es lo que Facebook interpretaría si lo publicases de verdad. La presentación se acompaña de una lista de las metaetiquetas og: que ha conseguido leer. ¿Que no te gusta lo que ves? Pues localizas visualmente el problema y lo cambias en tu entrada. Y si ves que la caché te trolea, aquí tienes la solución.
Resumiendo, utilizando bien Open Graph podemos cumplir dos de los sueños del marketing online:
- Controlar cómo se muestran nuestros contenidos en Facebook y otros lugares. Por tanto, controlar el impacto de éstos y mejorar las conversiones.
- Ofrecer datos adicionales a los buscadores, que ayudarán al posicionamiento correcto de acuerdo a nuestras temáticas, optimizando el SEO.
Genial, ¿no? Pero no olvides que usar mal el Open Graph es sólo una de las cosas que podrían estar dándote mala imagen en Facebook. La constancia del trabajo bien hecho, aportando contenido y sin ser intrusivo también es muy importante.
Así que ya lo sabes, que no te gane la pereza dejando que Facebook muestre tus contenidos al mundo como él quiere. Hazlo a tu modo controlando todo el poder del Open Graph.