Facebook es la red social por excelencia y uno de los motores que define la realidad de Internet y la comunicación hoy. Sin embargo, su enorme cantidad de usuarios y su heterogéneo carácter puede convertirlo en un contenedor anárquico en el que es fácil dejarse llevar y ofrecer una imagen cuestionable. Analicemos ciertos comportamientos y errores que debemos evitar en Facebook.
Lo cierto es que Facebook es una red social sobre la que se ha ido construyendo hasta llegar a algo gigante, pero con una integración algo torpe. Existe mucha dispersión (perfiles, grupos, páginas, eventos, chats…) que hace difícil de asimilar su funcionamiento y especialmente, las opciones de configuración y privacidad.
Por añadidura, Facebook destaca por una mayoría de usuarios que siente que hay que estar pero que tampoco sabe qué hacer ahí dentro. Precisamente al ser Facebook una red tan masiva, es importante diferenciarse, ¿pero cómo? En última instancia, aportando contenidos que te definan y sean de utilidad. En primera, manteniendo un comportamiento que denote que sabes utilizar la plataforma y que tratas de promover tu actividad sin ser invasivo ni maleducado.
Hoy vamos a hablar de:
Identidad en Facebook
Tu perfil en Facebook forma parte de uno de los repositorios de información personal más grandes y accesibles de Internet. Ya que los tienes online, lo suyo es cuidarlos.
Datos del perfil
Si quieres crear un buen impacto en Facebook asociado a tu nombre, no utilices nombres de fantasía, datos falsos o fotos de famosos, pues restarán autenticidad y seriedad a tu presencia.
Un perfil completo te puede ayudar a encontrar trabajo usando Facebook, complementando tu LinkedIn. Por el contrario, información real mezclada con datos fantásticos o poco serios, pueden ser perjudiciales si un técnico de recursos humanos hace una búsqueda de tu nombre en Facebook. Elige si prefieres un perfil privado o público y actúa en consecuencia.
Fotos inapropiadas
Selecciona las fotos que subes a Facebook, ojo con el ocio. A ver, que no pasa nada porque tengas alguna foto contentillo con los amigos, pero tampoco es cuestión que parezca el Facebook de Kate Moss eso. Cuidate de que no sean fotos que puedan usar en tu contra o descalificarte en tu vida profesional. Aparte, si publicas fotos tuyas o de otras personas desnudas o con poca ropa puedes conseguir que tu cuenta sea bloqueada. Por si acaso. 😉
Seguridad en Facebook
La seguridad es un aspecto crucial de cualquier red social. Igual que no entregamos nuestras contraseñas a nadie, debemos guardarnos de quién accede a nuestros datos y por qué.
No descuides la privacidad
Aprende a controlar la privacidad de tu biografía en Facebook, conociendo y configurando las actualizaciones. Lo básico es no hacer publicaciones personales en abierto, pero puedes crear por ejemplo listas para que ni siquiera todos tus contactos vean las cosas que compartes.
Tampoco utilices Facebook para hacer daño a otra persona exponiendo su privacidad. No solo podrías arruinar la reputación de alguien, cosa susceptible de delito, sino que también podrías perjudicar tu propia imagen personal y profesional si apareces como una persona tóxica que sólo usa Facebook para trolear.
No seas tan «amigable»
Un temita: los contactos en Facebook no son Pokemons. Ni tener demasiados te va a traer una medalla, ni va a hacer tu red más divertida. De hecho, a más contactos menor interacción con cada uno.
Por ello, no es recomendable agregar contactos sin conocerles, ya sea en persona, ya sea a través de otras redes, amigos comunes o intereses compartidos. La cuestión es que sepas de dónde sale esa persona. Ten en cuenta que alguien podría sino hacerse amigo tuyo sólo para obtener datos personales o agregarte a listas de spam.
Spam y otros engorros
Como en Facebook se dan cita las historias personales con las comerciales y esto es precisamente lo que hace Facebook tan atractivo para el marketing, hay que tener cuidado de no aprovecharse demasiado de dicha convergencia ni ser muy invasivo.
Demasiado autobombo
Un exceso de publicaciones de claro corte publicitario puede llevar a molestar o a que terminen por bloquearte. Si quieres promover un producto o marca, crea una página en Facebook para separar tu perfil personal de estas otras actividades. No hay nada malo en que de vez en cuando recomiendes tus propios servicios desde tu perfil, pero recuerda que tus amigos son tuyos, no de tu negocio.
No etiquetes a personas en publicaciones comerciales
Una obsesión de quienes no entienden Facebook del todo es etiquetar para garantizar que todo el mundo lee lo que pones. Hacer esto ya es irritante cuando no hay una causa directa, pero hacerlo en publicaciones comerciales manda un mensaje muy claro y en mayúsculas: SPAM.
No publiques actividades de juegos constantemente
A veces cuando utilizamos juegos o aplicaciones en Facebook estas generan actualizaciones automáticas que les aparecen a nuestros amigos y normalmente, estorban. Explora las opciones de configuración de tus publicaciones y la vinculación de tu cuenta con aplicaciones externas para evitar este tipo de molestias. Tampoco invites a la gente a jugar a derivados del Candy Crush sin venir a cuento.
No añadas a gente a grupos indiscriminadamente
Añadir a personas a un grupo de Facebook sin su consentimiento es un gesto invasivo. Por supuesto pueden salirse, pero no tenían necesidad en primer lugar. Puedes avisarles de la existencia de ese grupo, así como invitarles a una página o evento, siempre siendo comedido y haciéndolo con gente que realmente pueda tener interés. Pero eso sí, no insistas, si no obtienes respuesta admite la indirecta.
Facebook y el entorno laboral
Como hay mucha gente que agrega sin miramientos y no es capaz de negar una petición, pueden surgir situaciones comprometidas en el entorno laboral.
A no ser que éste sea muy razonable, hay que tener cuidado de lo que tu jefe pueda descubrir por tu Facebook. Algo habitual es quejarse del trabajo, ocasionalmente salpicando a jefe o compañeros. Hay que ser consciente de que una queja laboral de vez en cuando humaniza, pero si se repiten mucho estamos jugando con fuego. No sólo porque alguien de nuestro trabajo podría descubrirlo, sino porque, admitámoslo, al resto no le importa. Si tu curro es tal engorro, busca otro, pero quejarte a diario en Facebook no va a mejorar tu situación.
Porque no nos importa
Que no es por ser borde, pero es que hay cosas que no nos importan… y lo sabes. Ten en cuenta que todas las cosas que publicas les pueden llegar a tus amigos y hay que procurar rebajar un poquito los niveles de ego. Aquí hay algunas cosas que simplemente no deberías contar en Facebook.
- Decir que estás haciendo limpieza de contactos. Es relativamente habitual leer a alguien decir, como con resquemor, que va a ponerse a borrar contactos. Vamos a ver, si te has equivocado y has agregado a gente de la que te arrepientes, les desagregas/bloqueas/agredes (es broma) pero ¿a los demás qué nos cuentas? Aparte de que es culpa tuya, te estás forjando imagen de antisocial. Y los antisociales de verdad se borran el Facebook, lo que nos lleva a…
- Me voy a borrar el Facebook. Claro y después de tu última resaca dejaste el alcohol. Nos sabemos la película ya.
- Cadenas de mensajes. Hay alguna cadena que igual tiene cierto interés, fomenta la interacción, etc. Pero en general dan mucha pereza y a veces denotan falta de sentido común al compartir cosas claramente falsas o supersticiosas.
- Tener un Facebook actualizado está bien, pero no lo hagas a costa de actualizar con una fotografía de cada cosa que comes o publicar estados cada dos por tres. Esto revela más bien que estás muy aburrido o enganchado a la red y a recibir likes.
- Quejicas 24/7. Quejarse es bueno, sano y natural. Pero valora las razones, porque si para que tú te desahogues tus amigos de Facebook se tienen que tragar tus movidas, pues menudo plan.
- Mensajes al aire Esto puede ser una mezcla de cobardía y hacerse el interesante, lanzar mensajes sea de amor o de odio sin etiquetar para que alguien capte la indirecta y conteste. Si quieres decirle algo a alguien díselo directamente o etiquétale si quieres que el resto se entere, que no estamos en el insti.
Porque quedas mal
Hay cosas que no es que molesten, pero sí te hacen quedar bastante mal. Por no decir que parece que te falta un hervor.
- No pongas «me gusta» a absolutamente todo. El «me gusta» se puede usar para muchas cosas, para mostrar apoyo, para indicar que te das por enterado o para dejar constancia de que algo te ha hecho gracia. Pero no para marcar todo lo que vas leyendo.
- No pongas “me gusta” en tus propias publicaciones. Por mucho que en Facebook nos comuniquemos de otra forma, esto es el equivalente a aplaudirte a ti mismo por tu ingenio. Especialmente no lo hagas en algo a lo que nadie más ha dado «me gusta» aún.
- No mendigues «me gustas». Habrá cosas que gusten y cosas que pasarán desapercibidas. Ni te dan pines, ni se acaba el mundo, pero si pides expresamente me gustas para alguna trivialidad, ofrecerás una imagen pésima.
- No te aproveches de contenido ajeno. Facebook como toda red social se utiliza en buena parte para compartir enlaces de contenidos ajenos y eso está bien. Noticias, enlaces de vídeo, cómics… pero cuando se trata de cosas personales como fotos que subes tú mismo, trata de que sean tuyas o que quede claro si no es así. Usar contenido ajeno sembrando dudas sobre su creación (omitiendo la fuente) podría traerte problemas legales.
- Poetas y trascendentales son una de las especies que más abundan en Facebook. Esos perfiles que son una sucesión infinita de imágenes motivacionales no dicen nada muy bueno acerca de sus propietarios. Da un poco yuyu, si me apuras.
- Ponerte hecho una furia. Cuidado con la vehemencia, especialmente si te metes en conversaciones ajenas. Lo sé, Facebook está lleno de injusticias verbales y encauzarlas es una dura misión que alguien tiene que hacer, pero la cosa es que a la gente puede que no le importe tu opinión.
- Ortografía: Me parece genial que te den lo mismo las tildes y no diferencies mayúsculas de minúsculas, pero… no, espera, ¿qué me va a dar igual? Escribe bien, cojones, que ya no tienes 13 años.
- No publiques tus tweets en Facebook con scripts automáticos, queda fatal. Son redes distintas con lenguajes distintos y el sistema de contactos es distinto. Si no tienes tiempo o ganas de mantener ambas, deja una aparcada.
Bonus-track. Facebooks que dan cosica
- Facebook de adulto con foto de perfil del hijo Ser un padre orgulloso está muy bien, pero no creo que exponer a tu bebé así sea ni lo más adecuado de cara a su privacidad, ni que tus amigos tengan que hablar con la foto de un bebé.
- Facebook del bebé. ¿En serio? ¿Y lo vas a ir actualizando para que tu hijo cuando sea mayor recoja el testigo? Suponiendo que Facebook siga siendo una cosa para entonces, seguro que a tu hijo le encanta y no se avergüenza de sus padres ni nada.
- Facebook de tu perro, gato, hamster, agapornis… Que a lo mejor el primero que hizo esto lo petó con su ocurrencia. Pero vamos que no es ni original, ni gracioso, ni medio normal.
¿En cuántos de estos comportamientos erróneos, tics o facepalms de Facebook te reconoces? Todos somos humanos, pero si te libras aquí, tal vez no puedas decir lo mismo en Twitter o en LinkedIn.
La verdad que el mal uso que se da a las redes sociales, eleva a gran escala la lista del «no hagas esto, por favor».
¿Algún día se normalizará todo sin necesidad de crear guías obligatorias de «conductas buenas»? Esperemos que sí (todo forma parte de la conciencia humana).
¡Un saludo!
Hola Saliary,
Gracias por tu comentario. La verdad es que la lista está planteada desde el humor precisamente porque poner «normas» no es el camino, pero hay que procurar ser un poco conscientes de lo que nos traemos entre manos.
Esperemos que sí, que nuestro comportamiento se vaya normalizando un poco en redes sociales y acaben siendo más reflejo de nuestra conducta fuera de ellas que como es ahora. 🙂
por favor no nos interesa ver lo que comes a diario… de vez en cuando si vas de viaje o a algún restaurant casi nunca bueno…