Los lugares para la inspiración son esos espacios físicos que ayudan a que fluya la creatividad. Generalmente coinciden con procesos dados al reseteo corporal o cambios en nuestra rutina lo suficientemente fuertes para que nuestra cabeza pueda salirse de los esquemas preestablecidos. ¿Cómo se desencadena la creatividad? Mejor dicho, ¿dónde? Cada uno hemos de encontrar nuestros lugares para la inspiración.
En nuestro día a día nos construimos espacios de rutina en los que estamos a gusto. Pero de vez en cuando, por agotamiento o crisis, esos espacios matan nuestra frescura y nuestra creatividad.
Tranquilo, no te quiero hablar de ese cliché de la filosofía emprendedora en que se ha convertido «salir de la zona de confort». Simplemente de la incidencia que los lugares físicos tienen en nuestros lugares mentales y de cómo la creatividad nos suele venir precisamente en los contextos que no tienen nada que ver con trabajar o producir.
Hoy vamos a hablar de:
Lugares para la inspiración rutinaria: el interruptor físico
Normalmente, tenemos unas vidas muy milimetradas. Incluso cuando tenemos nuestras necesidades de ocio bien cubiertas, el patrón se reduce a estudios-trabajo y rellenar los huecos que nos queden para estar con los nuestros o conocer gente nueva. Tal vez incluso pasemos varias horas solos, pero seguramente estemos conectados a merced de algún trabajo, actividad o conversación pendiente.
Claro que las ideas se van formando a lo largo de todos estos momentos descritos, pero a menudo es difícil formularlas si no se desconecta. Por ello, encuentro que las ideas vienen a menudo en esos momentos en que desconectamos por obligación.
En el cuarto de baño
Ya sea duchándose, afeitándose (no suele ser mi caso 🐻) o sentado en la taza, los momentos en el cuarto de baño son muy agradecidos para nuestro cerebro. El hecho de pasar forzosamente un tiempo sin hacer nada que llamaríamos «productivo», hace a nuestros mecanismos pensar en otras cosas, como si tramáramos un plan b. No parece el sitio más apropiado, pero sí, puede surgir la magia.
En la cama antes de dormir
Otro lugar donde encontrar inspiración o más bien donde ésta nos encuentra a nosotros, es en la cama en los momentos previos a dormir. Esto puede ser negativo si tenemos preocupaciones pendientes, pero si estamos entusiasmados por algún proyecto, es muy probable que el brainstorming no pare. Personalmente entre esto y que cuando tengo algún sueño genialmente disparatado se me olvida por completo al minuto de despertar, estoy considerando muy seriamente colgar un bloc de notas en el cabecero de la cama. 😛
Haciendo ejercicio
Al margen del manido «mens sana in corpore sano», considero que en nuestra sociedad se hace casi más deporte para mantener la salud mental que la física. Y con razón, unos kilos de más y una barriguita no van a matar a nadie, pero el estrés y la presión te pueden hacer muy infeliz. Por eso no es de extrañar que salir a correr o ir al gimnasio sean otra válvula de escape para nuestro cerebro en el día a día. Mientras el cuerpo trabaja por un lado, la mente toma otro trazado ayudándonos a evadirnos de eso que más nos preocupa y a pensar más en global, conectando ideas.
Lugares para la inspiración derivada del ocio
A menudo lo más importante para poner la creatividad a funcionar es salir de nuestro cubículo. Por supuesto, nos hemos encargado de hacer nuestro espacio de trabajo lo más confortable para desarrollar nuestros proyectos, pero estar demasiado cómodo a veces puede llevar al ensimismamiento y la parálisis creativa.
Actividades culturales
Asistir a una sala de conciertos, de teatro o a una exposición son formas asequibles de acceder a la creatividad de otros en directo. Si vives en una ciudad grande o mediana, a nada que mires la agenda cultural te darás cuenta de cuantísimas actividades se programan a las que nunca habías pensado ir siquiera. Muchas de ellas además tampoco te llevarán demasiado tiempo y podrás insertarlas en momentos de tu día a día.
También podemos incluir aquí charlas y conferencias. No tienen por qué ser de un tema que te apasione a priori, puedes aprender algo nuevo o simplemente inspirarte en el ímpetu del ponente o la interacción con los asistentes.
Excursiones
Siempre pensamos en esos viajes exóticos a parajes que nos abren la mente como lugares para la inspiración. Pero no hace falta fliparse ni tener una experiencia mística en la India para desconectar. Una pequeña excursión de un día puede tener el efecto que buscamos. Puedes hacer senderismo, subir a un monte, bajar a una playa o visitar cualquier destino cercano que aún no conozcas. Pero sobre todo, procurar ir libre de preocupaciones y sin llevar el peso del tiempo a tus espaldas. Si nos tomamos una actividad relajante de la misma forma milimetrada que hacemos con las tareas productivas, lo estaremos haciendo mal.
Lugares a evitar: Los dispositivos digitales
Por último, puede que sea un punto polémico, pero si tienes un bloqueo de inspiración, deberías evitar los mundos adictivos que la tecnología te ofrece. Hablo de Twitter, de Facebook, de Whatsapp o incluso de series o videojuegos.
Todos estos canales, en tanto en cuanto ofrecen comunicación y entretenimiento pueden alimentar tu caudal creativo mientras este esté sano. En otras palabras, mientras nuestra actitud sea positiva, podremos nutrirnos de ellas, obtener ideas y toneladas de inspiración
Pero cuando estés estancado, tan sólo te aportarán rutina, adicción y procrastinación. Obtendrás placer y estímulo a corto plazo, pero te impedirán llegar a nada realmente productivo.
Reconocer los lugares para la inspiración tal vez no parezca relevante pues la creatividad suele venir de golpe. Pero otorgarnos tiempo para salir de los espacios comunes cuando tenemos algún bloqueo inspiracional sí está en nuestra mano y es algo que podemos controlar.