en Tecnología, Comunicación

Optimizando archivos para aligerar tu web

Comprimir archivos es uno de los pasos fundamentales para optimizar tu web. La velocidad es clave y en cuestión de milisegundos de espera un visitante se puede ir a otro sitio que ofrezca lo mismo más rápido. Por eso es tan importante aprender a reducir el tamaño innecesario de nuestras imágenes, pdfs, audios o vídeos y que nuestra web vaya como un tiro.

comprimir archivos

 

El mundo de la compresión digital es clave para… bueno, para todo. Cuando el mp3 entró en nuestras vidas nos parecía increíble poder tener una canción en 5 míseros megas. Ahora, consumimos vídeo en streaming en plataformas como Netflix sin ningún problema. La clave en Internet es ofrecer algo bueno y ofrecerlo ya. La batalla en la web pasa por hacer que tu contenido ocupe menos para que se sirva más rápido. El resultado, una experiencia de usuario alucinante.

Resulta increíble cómo todo está relacionado en el marketing digital. Este blog, con sus diversas temáticas da buena cuenta de ello, prácticamente todos los posts tienden a mezclarse de una forma natural, correspondan más a la rama del diseño, de la redacción o del aspecto técnico. Y es que si queremos mejorar nuestro SEO, necesitamos unas condiciones técnicas óptimas, para ofrecer una buena velocidad.

Dichas condiciones técnicas no dependen sólo de nuestro hosting o de las tecnologías que usemos. Dependen, en grandísima medida de cómo gestionemos nuestros archivos multimedia, o sea, todo lo que no es código puro. Imágenes, documentos descargables, audio, vídeo… hemos de aprender a comprimir archivos para que nuestra web cargue tan rápido que el visitante ni se entere.

 

Optimizar, mucho más que recortar

Optimizar no es reducir a lo loco. No se trata de coger una imagen y quitarle información hasta que quede muy ligera pero hecha un borrón que ni se distinga. Más bien al revés, se trata de ver lo que sobra en esa imagen para el medio en que está dirigida.

Es decir, si es una imagen optimizada para que se vea a 3000px de ancho con una nitidez absoluta, si luego la vas a servir a 800px, ahí te sobra un montón de calidad imperceptible. Si te pierdes un poco con esto de la optimización de la imagen digital y los píxeles, no te preocupes, pásate por aquí y enseguida te pones al día.

Volviendo a la idea, la imagen citada estará sobreoptimizada. Optimizar es precisamente huir de la sobreoptimización que no aporta nada. Así que vamos a ver como comprimir archivos: concretamente imágenes, pdf, audio y vídeo.

 

a) Reducir imágenes

No usé el ejemplo de una imagen en vano. Las imágenes son el tipo de archivo más frecuente en cualquier página y son el recurso que más impacto tiene en la carga de tu web.

Si tienes una web adulta, con un tiempo de trayectoria y nunca te has preocupado por la gestión de imágenes, prueba a entrar en tu FTP y mirar cuánto ocupan tus imágenes. A buen seguro encontrarás imágenes de tamaños absurdos para web, como 500kb o incluso 1MB.

¿Qué puedes hacer? Bueno, una vez el mal está hecho, siempre puedes descargarte esas imágenes optimizarlas y resubirlas bien. O puedes usar alguna herramienta como las siguientes.

Para Wordpress: WP Smush

Este plugin ya clásico te hace sencillo optimizar las imágenes para tu Wordpress. Es fácil, lo instalas y cada vez que subas una imagen a tu biblioteca de medios, el plugin se encargará de adaptarla. También puedes usarlo para escanear imágenes que tenías desde antes de instalarlo, o sea que es la solución ideal para el usuario menos avanzado o que no tenga mucho tiempo que perder.

En tu ordenador: RIOT

Si preferimos controlar nuestras imágenes antes de subirlas, podemos recurrir a RIOT (Radical Image Optimization Tool), un programa para Windows que nos permite reducir el peso de las imágenes sin perder calidad perceptible. Ésta es la solución ideal para quien quiera tener un mayor control sobre el resultado final ya que además nos permite hacer pequeños ajustes que nos ayudarán a darle a nuestras fotos un aspecto más profesional. Es gratis y tiene una versión portable, que no necesita instalación. Para Mac, ImageOptim es otro valor seguro y también gratuito.

En la nube: Compressor.io

Si eres fan de los servicios en la nube, Compressor.io te conviene. Personalmente no me gusta depender de un servicio online para gestionar mis imágenes, salvo que sea de forma puntual. Pero es genial tener recursos así de cómodos sin instalar nada. Como todos los servicios online de este tipo tiene un límite de 10MB en la imagen original (raro que tengas muchas imágenes mayores de dicho tamaño). A cambio, te permite guardar la imagen directamente en Drive o Dropbox, de modo que puedes optimizar imágenes desde cualquier parte mediante tu móvil y almacenarlas para después.

 

batman file size compression

b) Reducir PDF

Es posible encontrarte con PDFs de tamaño excesivo para el contenido que tienen. A veces incluso las herramientas que podemos manejar para crear un PDF desde otro formato, no ajustan mucho el peso en kilobytes. También hay que tener en cuenta que un PDF puede encapsular varios tipos de contenido y no es tan fácil saber lo que debe ocupar (por ejemplo si tiene letra como tal o es todo imagen).

Convert.io

Existen varios servicios de compresión. He elegido el compresor PDF de Convert.io porque es gratis y te permite elegir 3 calidades predefinidas, de modo que tú puedas controlar si prefieres perder algo de calidad para ganar en ligereza o quieres comprimir manteniendo la calidad de imagen óptima. Como alternativa también tienes IlovePDF que ofrece características similares.

 

c) Reducir audio

A no ser que esté metido en el podcasting, comprimir archivos de audio no va a ser algo que un blogger cualquiera vaya a hacer habitualmente. Por eso, tener un programa para estos fines quizá no te interese. Por eso, nos vamos a ir directamente a una solución online, aunque un Audacity a mano nunca viene mal.

Online Audio Converter

Con este sencillo compresor online podrás pasar archivos de audio a otros formatos. Online Audio Converter te sirve bien para convertir un archivo en un formato muy pesado como .wav en .mp3 o bien para reducir la calidad de un .mp3 con una pérdida de datos imperceptible al oído.

 

d) Reducir vídeo

El mundo del vídeo digital es bastante difícil de entender para un profano. Formatos, codecs, contenedores, frame-rates, proporción, tiempos altos de renderizado… y a la hora de comprimir archivos de vídeo las incompatibilidades abundan. ¡Pero si tú solo quieres hacer el maldito vídeo ese más ligero!

En tu ordenador: handbrake

Es posible que tampoco el vídeo sea parte de tu trabajo cotidiano. Sin embargo un programa gratuito como Handbrake te permite cambiar entre formatos de vídeo sin preocuparte por los límites de tamaño. La mayoría de servicios online, aunque funcionen, tienen límites de tamaño, ya sean 50mb, 100mb, etc.

En la nube

Convertir vídeo en la nube es complicado porque los servidores ponen ciertos límites que un archivo de vídeo alcanza fácilmente. Aún así para vídeos no muy extensos tienes herramientas como Online Convert que te permiten convertir a muchos formatos, cambiando también tamaño y calidad para obtener un resultado más liviano.

 

Un clásico para todo: Zamzar

Comprimir archivos y cambiarlos de formato son conceptos a menudo relacionados. Este clásico de la conversión entre formatos web me ha sacado de tantos pequeños aprietos a lo largo de los años, que veo necesario terminar el artículo con él. Zamzar permite lo mismo pasar un .pdf a .doc, que un .wav a mp3, .mp4 a .gif y un montón de conversiones más.

 

Con todos estos recursos para comprimir archivos conseguirás que los ítems de tu web ocupen sólo lo justo para que tus visitantes los disfruten sin que interfieran en la velocidad de tu página. Y además te sacarán de algún que otro aprieto por temas de compatibilidad.

Deja tu comentario

Comentario