Emparejar fuentes tipográficas es una de las bases del diseño gráfico y la comunicación. Cualquier cosa que hagas, desde un documento hasta un flyer, una portada o un reclamo para social media, necesita de un equilibrio tipográfico que sólo se consigue buscando la mejor pareja para la fuente que quieres utilizar. Emparejar tipografía es un arte, pero está a tu alcance si pones atención.
La tipografía es muy importante en cualquier aspecto de la comunicación escrita. Esto hace de ella algo fundamental desde la misma invención de la imprenta, pero a día de hoy las fuentes están en todo tipo de formatos: papel, vídeo, web… y aunque cada formato tiene aspectos que funcionan mejor, el arte de saber emparejar fuentes funciona para todos ellos.
Combinar fuentes parece un reto, pero esta alquimia tipográfica no es para tanto si partimos de pautas y convenciones que llevan siglos funcionando.
Si estás buscando refinar tus aptitudes en diseño gráfico tal vez te interese complementar este post con mi guía sobre la imagen digital o con esta guía básica sobre el color.
Hoy vamos a hablar de:
Principios previos a emparejar fuentes
Con serifa o sin serifa
Cuando hablamos de fuentes pronto aparecerán términos que engloban muchas en un estilo. Oirás hablar de Serif y Sans-Serif, los dos grupos tipográficos más comunes. Estos términos aluden al uso o no de «serifa» o remates. Tipos de letra Serif comunes son Times New Roman, Garamond o Georgia. Tipos de letra Sans-Serif habituales son Helvetica, Arial, Futura o Verdana. En este mismo blog es fácil notar como los títulos utilizan una fuente sans-serif, es decir, de trazos rectos, sin remates, mientras que el texto sí que tiene remates.
Tradicionalmente asociamos las letras con serifa a lo tradicional, tienen un toque más clásico, en parte porque la historia de la tipografía comenzó con estas formas más recargadas. Por el contrario, las sans-serif tienen un aire moderno y minimalista y aunque no sean precisamente nuevas, han conquistado el formato digital. Y es que las primeras son más legibles en papel, mientras que las segundas lo son en pantalla. Pero esto no quiere decir que la combinación de ambas no suela ser la base de todo diseño tanto en uno como otro soporte.
Lo importante es la familia
Aún a riesgo de parecer de la mafia, la familia es fundamental, especialmente en la tipografía impresa. Es básico que diferenciemos entre fuente (font) y familia (font family o typeface). Así, aunque nos refiramos normalmente a Helvetica o Arial como fuentes, en realidad son familias.
De este modo, las familias tipográficas más famosas y versátiles destacan por no tener una sola fuente o estilo, sino un buen abanico de ellas. Esto es, por ser una familia tipográfica. Esto significa que esa misma tipografía presenta variaciones que nos permiten usarla en diferentes grosores, ensanchadas o condensadas y en oblicuo. Y cada una de esas variaciones (por ejemplo Helvetica Black) es una fuente. Esto nos ofrece un amplio abanico con el que jugar, haciendo de la fuente inicial algo mucho más autosuficiente, ya que combinándola con variaciones de su misma familia, no te vas a equivocar, pues la armonía entre ellas viene garantizada «de fábrica».
Si seguimos con el ejemplo de la Helvetica, la niña mimada de los diseñadores, veremos las posibilidades que brindan sus variaciones combinadas (light, medium, condensed, heavy, black, extended, thin…).
¿Cuántas fuentes usar? Menos es más
La principal regla es la simplicidad. ¿Significa esto que combinar muchas fuentes nos aboca a un resultado desastroso? No. Pero como en todas las mezclas, cuantos más ingredientes echemos, más difícil es de predecir el resultado. Dicho de otro modo, los sabores de esas fuentes pueden chocar entre sí y romper la armonía. Ante la duda, mantén las cosas simples y funcionarán.
Un clásico es utilizar dos fuentes. Una para el titular y otra para el cuerpo de texto. ¿Y qué dos elegir entre la amplísima gama que hay?
No es una ciencia exacta, tanto que las dos fórmulas que mejor funcionan resultan paradójicas entre sí: la concordancia y el contraste. En efecto, lo que funciona es combinar o fuentes cuya armonía esté clara (por ejemplo de una misma familia tipográfica) o fuentes muy diferentes entre sí, pero que tengan magnetismo. Ya sabes, los polos opuestos se atraen. Pero no tengas miedo, no necesitas hacer locuras. Nunca te equivocarás ciñéndote a la regla de usar una Serif y una Sans-Serif.
Recursos para emparejar fuentes
Igual que en la fotografía, hay que entrenar tu vista para acabar entendiendo por qué una combinación te ofrece una sensación más equilibrada que otra y poder ponerlo en práctica. Para empezar, te recomiendo este divertido juego de combinar fuentes con el que puedes explorar por ti mismo las posibilidades.
Como muestra de que emparejar fuentes es un concepto vital también en diseño web, existen páginas dedicadas a mostrar cómo lo han hecho otros. Es el caso de Typ.io, una web que recoge muestras de tipografía en diseño web. Aquí podrás ver como, aunque no siempre es así, las sans-serif son fuentes preferidas para titulares, mientras que las serif son más utilizadas para el cuerpo del texto.
En cambio, si lo que quieres son sugerencias para combinar, puedes echar mano de Fontpair, que te ayuda a encontrar atractivas combinaciones de Google Fonts. O si buscas ideas con fuentes Typekit, de Adobe, quizá te ayude JustmyType.
Y por último, esta infografía resume bien las consideraciones básicas en torno al uso de las fuentes y cómo combinar tipografías.
Eso no es todo, amigos
Para nada. El mundo de la tipografía es muy extenso, requiere un estudio serio y manejar conceptos como el kerning, el tracking, los tamaños o el interlineado, que en definitiva tienen tanto peso o más que la propia elección de la fuente. Pero el objetivo de este post es ofrecer un simple vistazo a cómo combinar fuentes de una forma óptima, sencilla y sin complicarse la vida.
Todos hacemos uso de las tipografías, sepamos o no de diseño y hay errores muy fáciles de evitar. Así que adelante y verás como tus composiciones mejoran ya sean documentos profesionales, webs o sólo texto sobre fotos de gatitos.
Muy interesante la información
¡Me encanto! Estoy diseñando un poster para mi escuela y me lo tome muy enserio, esta información vale millones y es algo que todos deberían conocer