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Tras la pista de la inspiración

Se dice que el talento es más común que la inspiración. Lo primero es un dón, pero de poco sirve sin lo segundo. Hay veces que sufrimos de un bloqueo creativo ya sea por ausencia de ideas o al revés, cuando nuestra mente se ve apabullada de ideas mediocres o callejones sin salida. Para salir de esta situación viene bien detectar cómo se activa nuestra inspiración y qué podemos hacer para favorecerla.

inspiracion y creatividad
Foto original: Mylene Bressan

Cuando hablamos de la inspiración solemos pensar en escritores o artistas, pero la creatividad abarca todas las facetas de nuestra vida. La laboral, claro, pero también la personal. Por eso es tan importante salir de un bloqueo creativo y tener muy claro dónde se encuentran las fuentes que pueden sanear nuestra inspiración.

Hay soluciones típicas como ver cine, escuchar música y leer. Pero existen a nuestra disposición un montón de posibilidades para salir de un bloqueo creativo o simplemente ayudar a que afloren nuevas ideas en nuestra cabeza.

 

En busca de la inspiración perdida.

¿Qué pása cuando estamos sumidos en una fase de bloqueo? Lo que podemos hacer en estos casos casi siempre pasa por salir de lo rutinario, de lo que hacemos por estricta obligación. No estamos hablando de dejarlo todo e irse al Tibet a meditar, las respuestas a la inspiración perdida están mucho más cerca.

Visitas y experiencias

  • Ir a conciertos o al teatro es una manera fabulosa de reconectar con tu creatividad. A diferencia de otras formas de arte o comunicación hay algo vibrante en los espectáculos en directo que hace difícil permanecer impermeable a la experiencia.
  • Visita exposiciones de arte. Es probable que incluso haya algún museo en tu entorno que jamás hayas visitado. Si puedes, acude solo, de forma que puedas concentrarte en las obras a tu ritmo y no tengas que justificar a nadie tu opinión sobre ellas. De esta forma absorberás mejor lo que puedan transmitirte.
  • Realiza pequeñas excursiones. En lo primero que pensamos cuando hablamos de desconectar es en hacer un viaje, incluso irse lo más lejos posible, como si la distancia física respecto de los problemas realmente importase. Como no siempre tendremos tiempo o dinero, una pequeña excursión de un día es algo que siempre estará a nuestro alcance para desconectar fácilmente. Puedes hacer senderismo, ir al monte o a la playa, pero sobre todo, para en tu destino y permítete el lujo de perder la noción del tiempo. Si te puedes dejar el móvil en casa (o llevarlo apagado), tanto mejor.
  • Acude a charlas o conferencias. No es necesario que estén directamente ligadas con tu actividad. De hecho, aprender sobre algo totalmente nuevo, puede venirte mejor para tener una actitud positiva hacia la información que estés recibiendo. Si no te apasiona el tema de la charla, fíjate en el ponente o en las reacciones de los asistentes.

inspiración y creatividadFoto: Sarah Klockars-Clauser

 Juega

  • Atrévete a jugar con tu mente. Imagina cosas raras, estúpidas, no hay que tener vergüenza de la imaginación ni de los pensamientos por muy absurdos que estos parezcan. Y menos aún en un momento en que los que tenemos enquistados no parecen llevarnos a donde queremos.
  • Si tienes niños o animales alrededor trata de observarles jugando e intenta contagiarte de ese espíritu inconsciente. Quizá encuentres algo que te has dejado por el camino.

 

Crea

  • Dibuja. No importa si se te da mal, no necesitas exponerlo ni hacerlo público, sólo disfruta. De hecho, lo que mejor te vendrá para inspirarte es romper todas las convenciones que puedas y hacer algo realmente absurdo. O quizá no lo sea.
  • Haz fotos. Las facilidades de la fotografía móvil nos encantan, pero se está perdiendo el salir a hacer fotos. Cuando sales de casa con una cámara, te obligas a mirar las cosas con otros ojos. Haz esto último, sal de casa con ese objetivo y verás cómo descubres cosas nuevas, incluso en tu ciudad, incluso en tu mismo barrio.
  • Trata de expresar tu bloqueo creativo. ¿Por qué no escribir un blog acerca de ello? Puede que luego te atrevas a publicarlo o no, pero escribir cosas para hacerse entender siempre te ayuda a pensar con mayor claridad.
  • Haz algo nuevo y documéntalo. Ya sea comenzar a aprender un idioma, apuntarse a una competición deportiva, probar un hobby con el que hasta ahora no tenías contacto… no importa si tienes éxito o no, sino cómo eso pueda abrir tu mente.
  • Revisa tu trabajo antiguo. Observa qué es lo que te sigue gustando y qué cosas podrías mejorar.

creatividad e inspiración animalesFoto: Mylene Bressan

Socializa

  • Enseña algo a alguien. Esto te demostrará no sólo que sabes hacer algo bien sino que eres capaz de transmitir el entusiasmo por dicha tarea a otros.
  • Pregunta a los que te rodean qué cosas les inspiran, cuáles son sus pasiones o qué les importa. Sumérgete en esos temas para intentar ver las cosas desde un punto de vista diferente.
  • Haz algo por la comunidad. Busca una causa en la que creas y haz algo en su favor. Puede ser colaborar con una ONG o intentar sensibilizar sobre algo por tu cuenta. Seguro que trabajar por cosas en las que crees te ayudará a recuperar la creatividad.
  • Piensa en los que te rodean y las cualidades por las que te gustan. Examina si tú atesoras esas virtudes o si puedes hacerlo.

 

Ayúdame a mejorar este artículo ¿qué haces tú para mantener tu inspiración?

 

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Comentario

  1. Muy buen artículo, a mí me ayuda mucho el deporte, sobre todo la natación, se suman algunas de las cosas que ya has comentado: cambiar el punto de vista, perder la noción del tiempo… Creo que también ocurre una especie de «automatización» del cuerpo, parece que la cabeza tiene más espacio para pensar.

    Supongo que cada uno busca sus truquillos, pero me voy a apuntar alguna cosilla de las que no había caído aun…

    • Gracias 😉
      Muy de acuerdo en el concepto de la automatización del cuerpo. En cuanto a momentos rutinarios, el cuarto de baño, salir a correr, la cama antes de dormir, etc. son momentos de desconexión cuerpo-mente y es cuando suelen venir ideas, es curioso.

  2. A mí los viajes de vuelta (como pasajera) me resultan mazo inspiradores. Al estilo de las largas duchas o los momentos en la cama antes de dormir. Brum brum.