Este pasado verano, el sello BCore, punta de lanza de la independencia discográfica nacional, permitió acceder en libre descarga su catálogo en modo «la voluntad», con bandcamp como plataforma elegida para gestionar todo esto. Una decisión para nada pionera, pero valiente para un sello con más de 20 años de andadura enfocada al mundo físico y sin excesivos medios para reorientar su negocio. Ya existen otros sellos similares que han nacido con este modelo de negocio (Aloud Music, el más notable) y les ha ido bien. Pero a veces cambiar la estrategia es mucho más difícil que nacer con ella.
Lo cierto es que la campaña finalizó y ahora el sello hace públicos los datos, animando de paso a la reflexión de industria y usuarios, tan mezclados en estos ambientes. Personalmente creo que los datos si bien son válidos, poseen un fuerte sesgo. Por ejemplo, la campaña tuvo una escasa duración alrededor de un mes y para colmo fue el mes de agosto. Esta temporalidad tan específica hace muy difícil extrapolar esos datos a un consumo más regular a lo largo del año.