En cualquier estrategia de marketing online es fundamental la medición, un aspecto muchas veces obviado por su mayor complejidad técnica frente a la pura creación de contenido o la difusión en redes sociales. Por ello hay que romper el miedo a adentrarse en Google Analytics. Paso a paso, con los conceptos básicos primero, es un proceso sencillo.
Fundamental para que cualquier proyecto tenga éxito es la medición de objetivos. Para ello necesitamos Google Analytics, una herramienta tan universal como infrautilizada. Cómo interpretar los datos que te ofrece es vital y no resulta tan intimidante cuando entendemos sus cifras y gráficas paso a paso. Pero para ello necesitamos una base.
Hoy vamos a hablar de:
Por qué es importante la medición
Es simple. Si quieres alcanzar cualquier objetivo, necesitas poder medirlo. Si tu objetivo es correr una maratón necesitas, sobre todo, saber en qué momento has llegado a los 42 kilómetros. De lo contrario, correrías sin sentido alguno. Más aún, querrás saber cuando haces 10 kilometros y 20 y cuando tendrás avituallamiento, para poder ir regulando tus esfuerzos.
De igual modo, dentro de tu estrategia de marketing de contenidos tienes que establecer unas metas cuantificables. Y necesitas saber cuándo las alcanzas y cómo va tu evolución conforme a cumplir esas metas. No sea que estés corriendo mucho, pero en la otra dirección.
Algo que en este proceso a veces se nos olvida es precisamente la meta. Si no sabemos qué queremos conseguir, aunque sepamos usar Google Analytics, no podremos sacarle provecho a sus indicadores. Así que ante todo está la labor «offline» de pensar nuestra web, sus objetivos y cómo saber cuándo se verán cumplidos.
Empezando con Google Analytics
Lo mejor es comenzar abriendo una cuenta, aunque no sepamos aún bien qué es cada cosa. Después lo veremos, así que:
- Abrimos una cuenta. Dentro de ella, creamos una propiedad y configuramos datos como la URL de la web, país, huso horario y sector.
- Añadimos el código de seguimiento a nuestra web. Si has creado la cuenta ahora, llegarás a éste código tras configurar los datos mencionados. Si no, dentro de la pestaña Administrador, con la cuenta y propiedad seleccionadas, abres el submenú Información de Seguimiento y dentro, Código de Seguimiento. Una vez tienes este código, si usas Wordpress puedes hacerlo de dos maneras:
- A pelo, copiándolo en el header.php. Es una forma limpia y que no impacta en la carga de tu sitio, aunque si actualizas tu theme lo perderás y deberás repetir el proceso. Para ello, vamos al menu Apariencia>Editor y a la derecha escogemos la plantilla Cabecera (header.php). Tan sólo hay que copiar el código UA en la parte superior entre las etiquetas <head> y </head>.
- Mediante un plugin, siendo el más fiable Google Analytics by Yoast, además del creador del plugin SEO de Wordpress por excelencia. Aunque hay otras alternativas.
- A pelo, copiándolo en el header.php. Es una forma limpia y que no impacta en la carga de tu sitio, aunque si actualizas tu theme lo perderás y deberás repetir el proceso. Para ello, vamos al menu Apariencia>Editor y a la derecha escogemos la plantilla Cabecera (header.php). Tan sólo hay que copiar el código UA en la parte superior entre las etiquetas <head> y </head>.
Una vez hecho este paso puede que tarde unas horas en enviar tráfico. En cuanto lo haga, ¡boom!, ya tendrás un panel de Google Analytics con toneladas de datos reveladores sobre tu web.
Demasiados, ¿verdad? ¿Por dónde empiezo? 😱 Tranquilo, a todos nos ha entrado el pánico al ver tanta cifra, gráfica, menú y submenú. No desistas. Primero vamos a repasar el funcionamiento de una cuenta de Google Analytics. 👍
Cuentas, propiedades, usuarios y vistas
Algo a menudo lioso de Google Analytics es su estructura. Podemos resumirlo en que la cuenta es un trámite necesario, la magia pasa en las propiedades y las vistas nos enseñan los resultados.
Cuentas
La cuenta es el nivel más alto de la organización de la herramienta y es imprescindible tener una para acceder. Una cuenta no equivale necesariamente una web, puede aglutinar varias. Del mismo modo se pueden tener varias cuentas, normalmente si llevas cuentas de diferentes negocios, clientes, temáticas o intereses, simplemente por tener las cosas bien organizadas.
Propiedades
Una propiedad sí que es un sitio web (aunque también puede ser una app, por ejemplo). En realidad, los datos que hemos configurado anteriormente relacionados con nuestro sitio web, eran una propiedad (sitio web).
Así, una cuenta puede incluir una o varias propiedades. Por ejemplo yo puedo tener una cuenta de mi negocio y dentro de ella tener dos webs diferentes cuyo tráfico quiero medir por separado, como un blog y una tienda. Cada propiedad tiene un código de seguimiento propio que recopila datos sobre esa web.
Vistas
Una vista es una forma de acceso a los datos recopilados de una propiedad y sus informes. Analytics genera por defecto una vista sin filtrar (o sea, con todos los datos) para cada propiedad que nos ofrecerá una visión general. Pero se pueden crear más vistas con filtros específicos, por ejemplo relativas al tráfico de Adwords o a un subdominio concreto.
Los informes de cada vista muestran datos a partir de su fecha de creación, pero no de los anteriores. De igual modo, si borramos una vista, esa representación de los datos se perderá.
Usuarios y permisos
¿Y qué pasa si yo comparto una web con más gente o quiero que otros colegas, clientes o colaboradores accedan a datos determinados? Se puede agregar usuarios adicionales tanto a cuentas, como propiedades o vistas, con un preciso control de lo que pueden hacer, desde leer informes hasta administrar. Esta invitación se hace mediante cuentas de correo registradas en Google Accounts.
Asentándonos en Google Analytics
En el maremagnum de datos que presenta nuestra cuenta de Analytics hay que saber que siempre se va a referir a periodos determinados de tiempo, como días semanas o meses que nos van a permitir comparar sus datos con los de periodos anteriores. ¿Pero cuáles son los datos principales a comparar? La vista principal nos los muestra.
Indicadores de la pantalla principal de Google Analytics
Sesiones: Es el número de visitas a la web, es decir las veces que cualquier usuario entra en tu página. Empiezan con el usuario entrando a la página y terminan cuando éste la cierra o está 30 minutos inactivo.
Nº de páginas vistas: Su propio nombre lo dice, el total de veces en que cualquier página de tu web ha sido vista. Siempre será mayor que las sesiones puesto que una sesión implica como mínimo una página vista, pero lo ideal es que implique más. Hay quien se refiere a ellas como «impresiones».
Usuarios: El número de personas distintas que visitaron tu web. Así que si tu abuela entra 20 veces, cuenta como tan sólo una jubilada.
Ilustrémoslo con un ejemplo para que queden claras las diferencias. A mi web en el último día pueden haber entrado 50 usuarios distintos, que han hecho 80 sesiones (ya que alguno ha entrado más de una vez) y esto ha supuesto 100 páginas vistas (porque en alguna de esas sesiones se ha navegado entrando en así en más de una página). ¿Bien? Sigamos 😉
Páginas/sesión: La media de páginas vistas por sesión. Esta cifra, que interesa que sea alta, de algún modo da una pista de la cohesión de tu web (la puedes mejorar con un calendario editorial) y el interés que otros contenidos de la web puedan suscitar a quienes entran a uno de ellos.
Duración media de la sesión: Se trata del tiempo que un usuario permanece en la web. Un alto valor indica que el usuario se queda enganchado con los contenidos, bien porque encuentra lo que desea y se queda leyendo o continúa navegando por la página. Y cuánto más tiempo, más posibilidad de conversión.
Porcentaje de rebote: Se llama rebote a la visita que abandona la web tras ver una sóla página. Al contrario de la mayoría de métricas, en ésta nuestro objetivo sería reducirlo pues eso significaría que más gente navega por otros contenidos de nuestra web.
Porcentaje de nuevas sesiones: Concepto tambiñen conocido como «usuarios nuevos», aunque en realidad se trata de usuarios que en ese periodo, sólo hicieron una visita. No es que sean usuarios que nunca hayan entrado hasta entonces a tu web (aunque puede ser también).
El usuario, un vistazo rápido
Además del comportamiento del usuario dentro de la web, algo que nos tiene que preocupar es su origen. Entender cómo y por qué llega nuestro visitante es vital para saber si el proceso va como nosotros queremos. Para analizar esto iremos al menú Adquisición > Todo el tráfico > Fuente/Medio. Aquí podremos ver de dónde provienen las sesiones que generalmente se dividirán en:
- Tráfico orgánico: El tráfico que llega a través de Google, es decir el que nos llega porque los usuarios buscan algo y nos encuentran. Aumentar este tráfico indica que estamos haciendo buenos contenidos y con buen SEO.
- Tráfico directo: Son las visitas que llegan por parte de gente que accede directamente el enlace. Puede ser porque está suscrito al blog, reciben nuestros emails, lo tiene en marcadores, alguien le ha pasado el enlace o incluso teclean la web directamente en el navegador.
- Tráfico referido: Visitas que llegan desde enlaces permanentes en otras páginas o redes sociales. Puede ser tráfico de pago, por campañas, etc. o simplemente enlaces que otros creadores de contenido han hecho al nuestro porque lo han encontrado valioso.
Con esta información sobre el origen de los usuarios, podremos trabajar para ver en qué canales flojeamos y mejorar así nuestros logros. ¿Las redes sociales no nos dan buen resultado? ¿Google no quiere nuestros contenidos? Pues toca ponerle remedio.
Otro de los informes más útiles y sencillos de entender para principiantes está en Comportamiento > Contenido del sitio > Todas las páginas que te permite detectar cuáles son tus páginas que más triunfan. Tan básico como interesante para darte ideas sobre qué temas podrías incidir más.
Todos nos hemos sentido así alguna vez
Ha sido un vistazo rápido y en futuros posts le sacaremos todo el jugo a Google Analytics, lo prometo. Pero ya tenemos unas claves básicas para funcionar con Google Analytics. Esto nos ayudará a conocer a nuestra audiencia y enfocarnos mejor a ella, así como detectar puntos debiles y fortalezas de nuestro trabajo. Ya verás cuando aprendamos a interpretar todos los datos y a refinar objetivos con campañas y conversiones. 😉
Guardar