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¿Qué es «contenido de calidad»?

La primera regla del SEO es escribir contenido de calidad. Es el mantra repetido en los círculos de bloggers y expertos en posicionamiento. La cuestión es, ¿entendemos todos lo mismo por «contenido de calidad«?

Contenido de calidad

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Repetir que el contenido es rey y que hay que hacerlo de calidad para que Google te trate bien es fácil. ¿Pero en qué se concreta eso? ¿Lo que le gusta a la mayoría es bueno? ¿Cómo lo valora Google? ¿Cómo lo medimos? En definitiva, ¿cómo planteo mis contenidos para que sean de calidad?

 

Contenido propio y elaborado

El parámetro objetivo más importante es que el contenido sea propio, o sea, que no has hecho un copy-paste que pretendes colar como tuyo. Esto por dos razones, una que Google penaliza y otra que si a tus lectores les cuentas lo mismo de siempre, no considerarán tu contenido de ninguna calidad.

Otro aspecto básico es huir del contenido basura. La palabrería, los ganchos que no entroncan con el contenido real, el vender humo… son prácticas que llevan a la frustración o enfado del lector por sentirse engañado al no encontrar un texto a la altura de sus expectativas.

Hablamos también de contenido elaborado (no confundir con largo ni, mucho menos, denso). Buscamos un texto mimado y repensado para expresar bien, sin ambigüedades, transmitiendo conocimiento de forma sólida.

No se trata de escribir todo lo que se nos pasa por la cabeza ni dispersarnos. Es frecuente por ejemplo ver textos cuyo título no responde del todo al contenido, donde se nota que el autor ha ido derivando a otro tema diferente según escribía.

Por último es importante que el tema te entusiasme y que te motive transmitir conocimiento relativo a él.

 

Contribuir al tema y trabajar las fuentes

Cuando quieres aportar algo sobre un tema, tienes que haber leído mucho sobre ello. Eso no significa copiar pero tampoco reinventar la rueda. Se trata de pensar en qué puedes mejorar ese enfoque o darle otro diferente y estimulante. Explicar algo que ya han hecho otros, pero de una forma más ingeniosa, exhaustiva o visual, bien puede terminar siendo contenido de calidad.

Informa y aporta soluciones. El contenido curioso está bien, pero el contenido definitivo es el que sirve de ayuda al que lo lee, el de utilidad. En su día a día, en su trabajo. Ponte también a disposición de los lectores para solucionar cualquier duda en los comentarios o en redes sociales.

Explicita las fuentes. Como ya he dicho, basarse en lo que han dicho otros antes es lo más normal del mundo y lo natural es reconocerlo. Para hablar bien de un tema es importante tener buenas bases interiorizadas, pero quién esté libre de googleo que tire la primera piedra. Quizá en un texto con muchas fuentes no vas a citar todas, pero seguro que sabes cuáles han sido fundamentales para su consecución. Cítalas o línkalas, a ti también te gustaría que lo hicieran contigo.

Aporta datos y cifras. Demasiadas cifras abruman, pero su ausencia puede dar sensación de inconcreción. Los números respaldan las ideas y hacen tangibles los argumentos. ¡Tampoco te los inventes!

 

Posts largos vs. cortos

Leyendo mucho sobre esto, una conclusión fácil es que nadie tiene la solución aunque abundan experiencias personales que no tienen por qué funcionar para todos igual. Se dice que Google prefiere textos de una cierta extensión (de unas 500 palabras o más) bajo la premisa de que un texto más breve carece de profundidad. Por otro lado, sabemos que la atención del lector se dispersa rápido y de ahí que los posts cortos tengan más posibilidad de ser leídos. Se me ocurre que a Google precisamente le interesa que no haya una uniformización de los textos, de modo que textos largos y cortos convivan en los blogs con sus pros y contras.

Hay quien prefiere partir un post largo en varios cortos. De hecho para algunos esto es una bendición, material para muchas actualizaciones. Personalmente no me gusta si no hay una fuerte justificación temática para ello. Mi consejo es que si tu lector quiere saber sobre un tema y no te las ingenias para que el asunto baje de 2.000 palabras, así sea. Es decir, usa los caracteres necesarios, simplemente no engordes los textos con palabrería.

– Si tratas un tema en extensión y detalle, eso es calidad.
– Si tratas un tema de forma breve y superficial, puede que más gente lo lea, pero se quede con la impresión de que le has tomado el pelo.
– Si consigues hacerlo breve y transmitir todo, enhorabuena, probablemente tengas un post de enorme calidad.

posts largos o cortos

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La fundamental relación con el lector

Al margen de lo relativo a cada pieza de contenido, la constancia en el blog es fundamental para que su contenido sea percibido como de calidad. No se trata de que seas un esclavo del blog, pero sí deberías tener un calendario de publicación. La constancia es clave tanto para tu motivación como para la de tus lectores, que recurrirán a ti con regularidad.

Aunque compartir en redes sociales no va a aumentar la calidad de lo redactado, sólo sabrás si un texto se considera de calidad en la medida en que le guste a la gente. Así que difúndelo y facilita su difusión, que un lector contento con tus contenidos puede ser tu mejor publicista.

¿Es lo popular siempre «de calidad»? Esto dependerá de cuál sea tu audiencia, pero muy probablemente tu blog no está hecho para ganar un Pulitzer, sino para que lo lea cuanta más gente, mejor. La realidad es que, tus contenidos más comentados o viralizados, serán automáticamente contenidos de calidad, porque gustan y Google lo notará.

Por eso determinar el público objetivo es tan importante, conocer los condicionantes de quien te lee y escribir para esa persona teniendo en cuenta aspectos como lenguaje, bagaje de conocimientos sobre el tema, edad, sector profesional, etc.

 

Si el contenido es el rey, la autocrítica es la reina

Y es una reina que manda en cualquier palacio bien organizado. La conclusión es que crear contenido de calidad depende fundamentalmente, de lo en serio que te tomes tu contenido, el tiempo dedicado a pensarlo, indagarlo, escribirlo y pulirlo. No te engañes a ti mismo y piensa si lo que compartes merece la pena y si realmente tienes un blog. No todos los posts te quedarán de 10, pero seguro que si crees que uno te ha quedado de 6, está en tu mano subir la nota.

 

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Comentario

  1. Hola amigo! Muchas gracias por toda esta información. Voy a ponerme ya manos a la obra, en cuanto deje de encontrar en tu blog un artículo tras otro sobre cosas que necesito aprender! (Una de ellas es escribir oraciones más cortas) jjj. Un saludo y muchas gracias de nuevo!

    • Jaja poco a poco. Siempre es interesante mejorar la forma en la que nos comunicamos. Me alegro de que te sirva de ayuda el post.

      ¡Un saludo!