Comprimir archivos es uno de los pasos fundamentales para optimizar tu web. La velocidad es clave y en cuestión de milisegundos de espera un visitante se puede ir a otro sitio que ofrezca lo mismo más rápido. Por eso es tan importante aprender a reducir el tamaño innecesario de nuestras imágenes, pdfs, audios o vídeos y que nuestra web vaya como un tiro.