¿Basta con escribir bien para tener un blog? Por suerte o por desgracia, rotundamente no. A las competencias como redactor hay que sumar un buen puñado de aptitudes en cuestión de diseño, social media y analítica. Para que el trabajo de un blogger sea efectivo, hay que dominar otros pilares del marketing online.
En los últimos tiempos, cientos de expertos en marketing y redes sociales hablan de las virtudes de tener un blog. Las razones que dan suelen ser varias, ganar dinero, posicionarse como redactor freelance y generar marca personal entre ellas. Pero menos se habla del blog como plataforma que te permite explorar y perfeccionar tus competencias en el amplio campo del marketing digital. Y es que el trabajo de un blogger implica mucho más que la mera redacción de contenidos.
Ante todo, no hay que engañar a nadie; tu blog sólo será atractivo si te gusta a ti, si tienes intención de profundizar en el tema elegido, aprender cosas nuevas y explicarlas a los demás. A partir de esta base y aún generando contenido de calidad, tendrás que buscarte la vida para venderlo bien. ¿Cómo? Dominando aptitudes que quizá no tengan tanto que ver con escribir, pero que no se pueden obviar si se buscan resultados.
Hoy vamos a hablar de:
Diseño gráfico
Aún en el caso de que uses un theme predefinido, tu blog necesitará una cabecera, un logo, unos colores, en resumen, un aspecto que lo defina. Esto también es parte del trabajo de un blogger. Para ello, te será muy útil tener conocimientos de diseño gráfico y de programas de edición para crear imágenes de portada de tus artículos. Y ya no digamos si quieres entrar a crear vídeos, infografías o material gráfico atractivo y de calidad.
Diseño web
Tener un blog y no saber HTML y CSS, es arrastrar un importante lastre. Tarde o temprano, un editor gráfico te dará problemas o querrás cambiar algo «a pelo» para asegurarte que está exactamente como tú quieres. Además, conocer etiquetas básicas como <strong>, <h1>, <h2>, <p>, etc. es algo imprescindible para un bloguero, pues repercuten no sólo en cómo las personas ven tus contenidos, sino en cómo los interpretan los buscadores. Si además te familiarizas por encima con instrucciones básicas de Javascript y PHP, miel sobre hojuelas.
SEO
Escribir un artículo no lo es todo en el trabajo de un blogger, hay que procurar posicionarlo bien. Sí, hay aplicaciones y plugins que te ayudan a optimizar tu post, pero es importante que conozcas los fundamentos del SEO para que poco a poco te salga todo más natural. También conviene conocer qué teclas no debes pulsar si no quieres arriesgarte a penalizaciones complicadas de salvar.
Social Media
Y qué decir de la presencia en redes sociales, sin las cuales tus esfuerzos pueden caer en saco roto. No se trata tanto de estar en todas las redes habidas y por haber, sino de estar en las más interesantes para tu proyecto y moverse en los ámbitos (contactos, grupos…) en los que podamos o queramos obtener mayor impacto. Tocará aprender la singularidad de cada red social y su funcionamiento así como adoptar la mejor estrategia para posicionar allí nuestros contenidos. Y sobre todo, mostrarse activo, de nada vale aparentar que estás o automatizar y olvidarse.
Analítica
Quizá la parte a priori más engorrosa para un redactor, pero en definitiva la que nos dirá si estamos haciendo las cosas bien. La medición, tanto de visitas, keywords como de interacciones en social media, es un proceso fundamental para que nuestro blog avance. Lo contrario es ir a ciegas y puede llevar a la frustración al no obtener resultados. Hay que familiarizarse sin miedo con Google Analytics.
El trabajo de un blogger, mucho más que escribir
Cuánto curro, ¿no? Sin duda lo es, no hay que subestimarlo. Y a esto le tendríamos que añadir ciertas habilidades comerciales, de planificación, de gestión de crisis, otros conocimientos técnicos al margen del mero diseño web, etc. Siempre cabe claro, la opción de dejar alguno de estos trabajos en manos de otros profesionales.
En fin, que aparte del simple hecho de escribir artículos, al trabajo de un blogger se suman muchas capas de trabajo técnico y de marketing tan importantes como el propio contenido. Pero igual que te digo ésto, te lo digo la inversa; no hay que pecar de exceso de ingeniería descuidando el corazón de todo, que siguen siendo los contenidos, su inspiración, su legibilidad, etc.